Mucho que ganar ante el Barça
El empate de Sevilla ha dejado excelentes sensaciones. La segunda parte fue fiel al libreto habitual de un Valladolid que juega mucho mejor cuando va perdiendo, cuando suelta el freno de mano. Una vez más, tras una primera parte discreta y tras la mala suerte de encajar otra vez de penalti interpretable, en la segunda mitad vimos a un equipo que se fue a por el rival y que lo pasó por encima. Cuando los de Sergio deciden ir a por todas, casi siempre doblegan a su enemigo. Y me gustó ver como el técnico insistía una vez más en jugar con dos puntas. Con dos delanteros se puede jugar mejor o peor, pero de lo que no hay duda es de que cada vez que se ponga un balón al área habrá más gente que pueda rematar. Por eso se empató en Sevilla, por que se acumuló gente en ataque, porque se tuvo fe. Por cierto, Lopetegui no sabe contar, el Valladolid no tiró una vez a puerta en la segunda parte, tiró dos, el gol y el palo de Marcos André. Alguien debería recordarle al exseleccionador que pudo y, hasta casi, mereció perder el partido.
Y mientras el lío por abajo es tremendo. Y ojo que se van a unir pronto algunos más. La salida sorpresiva de Elche y Cádiz va quedando en la cruda realidad de sus plantillas y presupuestos, por abajo están Osasuna y Huesca, luego cuatro equipos con catorce, pero inmediatos en la tabla Éibar, Valencia, Betis, Getafe. Todos están en el follón. Lo dije y lo mantengo. El Valladolid debe seguir su camino, alguien fallará, pero seis puntos de aquí al final de la primera vuelta no estarían mal, aunque pienso, y aunque me acusen de optimista, que se puede mejorar. Lo veremos.