La victoria de la igualdad

El COE rindió ayer homenaje a las medallistas olímpicas en su XV Gala, un acto tradicional de fin de año que se ha mantenido a pesar de las restricciones de la pandemia. El deporte siempre sale adelante. La primera de la lista ya no está entre nosotros, pero continúa viva en el recuerdo: Blanca Fernández Ochoa. Con su imagen proyectada en la pantalla gigante, y con su hermana Lola, un calco, recogiendo el premio, arrancó este bello tributo al deporte femenino español. No estuvieron todas, no es fácil reunir a tanta gente, y menos en los tiempos que corren, pero estuvieron muchas, la mayoría, una excelente representación de las 51 medallas que han conquistado las mujeres desde 1992 en 22 disciplinas diferentes, lo que da una idea de la polivalencia de nuestras deportistas.

No estaba Blanca, pero sí Miriam Blasco, el primer oro femenino; Mercedes Coghen, la capitana del primer equipo campeón; Ruth Beitia, la primera atleta coronada; Theresa Zabell, la única con dos oros, Mireia Belmonte, la única en activo con cuatro medallas; Lydia Valentín, que las tiene de los tres colores; Carolina Marín, la reina de un deporte asiático… Mujeres que han roto barreras en un estadio en el que tuvieron que sortear muchos obstáculos. Desde que se subieron en 1992, ya no se han vuelto a bajar, y en los últimos Juegos ganaron más medallas que los hombres. Pedro Sánchez, presente en el acto, recordó una frase del también añorado Juan de Dios Román: “Las derrotas no se celebran, aunque enseñan más”. Y concluyó: “Las mujeres ya han aprendido todo con creces, no necesitan más derrotas, ahora se merecen celebrar la victoria de la igualdad”. Un triunfo que se apoya en un dato: el 68,8% de las participantes acaban entre las ocho mejores. Y también en una imagen, que Alejandro Blanco describió así: “La foto del mejor deporte femenino del mundo”.