El sorteo fue amable con el Madrid. Pero que nadie me venga ahora con lo de las bolas calientes. Lo que ocurre es que el equipo de Zidane se curró un sorteo amable al hacer bien los deberes por meterse como primero de grupo en el bombo de Nyon, lo que no puede decir ninguno de los tres equipos españoles vivos en la Champions. La suerte se la ganó el Madrid hace una semana derrotando con contundencia al Gladbach, rival que ahora pondrá a prueba al City de Guardiola. Dentro de lo que le podía tocar al Madrid, el Atalanta era de lo más apetecible junto con el Oporto de nuestro recordado Pepe. Seguramente con los portugueses hubiese tenido un punto más romántico, pero creo que no nos podemos quejar con el Atalanta.

Pero ojo que los italianos le metieron ocho goles al Valencia la temporada pasada (cuatro en San Siro, en aquel partido que fue una ‘bomba biológica’ por la expansión del COVID-19, y cuatro en Mestalla a puerta cerrada). Los de Bergamo son muy buenos en ataque, pero atrás dejan fisuras que sabrá aprovechar el Madrid. Además, Papu Gomez, la estrella argentina del equipo italiano, está enfrentado a su entrenador, Gasperini, y de ese divorcio solo pueden salir beneficios para los intereses del campeón español. Para ser más claros y directos, el Madrid debe pasar a cuartos sí o sí. El enemigo no será el Atalanta, puede ser el propio Madrid si saca la desangelada cara B que mostró ante Cádiz, Alavés o Shakhtar por ser equipos de nivel inferior. Pero si el Madrid sale enchufado y metido en faena, regresará al Top 8 del fútbol europeo. Ya va siendo hora…