La fórmula Modric-Casemiro-Kroos

Tres patas sostienen una mesa. Tres medios sostienen un equipo, no hacen falta cuatro. Ese es el principio esencial del 4-3-3, modelo preferido de muchos entrenadores, entre otros Zidane. Y si son buenos y están compenetrados, mejor. El excelente juego de tres medios, Modric, Casemiro y Kroos, ordenados como juegan, de derecha a izquierda, ha sacado al Madrid del apuro. Zidane formó esa media, tras unos comienzos vacilantes en su primera época de entrenador en el Madrid, cuando apostó por Casemiro después de una derrota precisamente ante el Atlético. Desde entonces es su media y ahora ha sido su flotador.

Tres jugadores de corte clásico, que hubieran sido buenos en cualquier época. En el centro, Casemiro, para el quite, la entrega sin riesgo y el apoyo a los centrales en las ocasiones de peligro. Y buen cabeceador en el área contraria. A sus lados, por los que en su día llamábamos los callejones del 8 y el 10 (cuando todavía cada número definía una función), dos interiores de los de siempre, con ciencia, fondo, entrega precisa y cierto tiro desde fuera del área. Más exquisito en su juego Modric, un artista nada refractario al esfuerzo; más sobrio Kroos, pero con el plus de su precisión en los saques a balón parado. Constantes los tres.

Alguien me recordaba ayer hasta qué punto el eje Xavi-Busquets-Iniesta controló partidos durante años en el Barça. El mismo control lo tienen estos tres, que son, como aquellos, jugadores para todo el tiempo, para todo el campo, para todos los campos. Eso sí, tal como viene la cosa, necesitarán descansos. De momento hay un comodín, Valverde, con juego y fondo para no desentonar en ninguna de las tres posiciones. Más dudas deja Odegaard, frío cuando ha salido, quizá arrastre una lesión mal resuelta. Isco se nos ha evaporado, o al menos Zidane ha dejado de considerarlo. Modric, Casemiro y Kroos tienen tarea por delante.