El pueblo madridista es sabio
Reconozco que, a veces, soy un poco mal pensado. Reconozco que las radicales opiniones de los aficionados al fútbol me ponen de los nervios porque los que aplauden en los estadios cuando todo va bien tienden a olvidarse de las hazañas y que, en general, tienen menos paciencia que un niño de 5 años por la mañana de un día de Reyes. Así que me estaba preparando para lo peor. Me disponía a maldecir a los votantes de la encuesta realizada por el diario AS sobre la continuidad de Zinedine Zidane y la identidad de sus posibles sustitutos (Raúl y Mauricio Pochettino). Pues tengo que pedirles perdón por mis sucios pensamientos y por la poca fe que tenía en su criterio.
Leer que la mayoría de ellos apuestan por el entrenador francés me ha sorprendido de forma muy agradable y demuestra que algo está cambiando en el fútbol. Estoy seguro de que, hace un año, los mismos hubieran votado a favor de su cese. Sin embargo cada vez más aficionados se están dando cuenta de que, por culpa de la pandemia de la COVID, no se puede juzgar a los profesionales de la pelota como se hacía antes. Ven que Zizou y sus jugadores deben beneficiarse de lo que en la justicia se llama "las circunstancias atenuantes" y que sentenciar al entrenador sería inútil y peligroso. Porque el vestuario apoya a muerte a Zidane y esta unión es la única solución para evitar una catástrofe.