Mir es talento e inteligencia
Joan Mir lo tenía todo para ser campeón de MotoGP. Diría que era cuestión de tiempo, de circunstancias propicias y, como siempre en el deporte, quizá de una pizca de fortuna. Lo que nadie esperaba, ni siquiera él, era que su coronación se produjera tan rápido, en su segundo año en la categoría reina.
La ausencia de Marc Márquez como favorito dista mucho de justificar su éxito, sobre el papel aparecían varios pilotos más cualificados para tomar su relevo. El talento de Mir ya resultaba indiscutible, la gran sorpresa ha sido descubrir su inteligencia y solvencia. La gestión magistral que ha realizado de la presión, de las capacidades de su Suzuki e incluso de competir con los riesgos de una pandemia. Ha sido el mejor y por eso merece el título.