Lo que le pasó a Lato le podría haber pasado también a José Luis Gayà. A Gayà y a cualquiera. Los infortunios son parte del fútbol, como también las sensaciones, y lo uno y lo otro cayó en Mestalla a favor del Atlético. El Valencia perdió por un gol en propia puerta de su lateral, pero también porque el rival fue mejor. El Atlético siempre quiso llevarse algo más que un empate y lo consiguió; el Valencia jugó a no perder y fue incapaz de no hacerlo. Si el partido llegó vivo al autogol de Lato fue por Jaume Domenech; mientras que Oblack fue durante toda la segunda mitad en el único espectador presente en Mestalla.

Aún así, pese a la derrota, a pesar de que buscó el empate más que la victoria, hay que darle mérito a lo hecho por el Valencia contra el Atlético, su compromiso, y más a lo que está haciendo Gracia viniendo de donde viene. A fin de cuenta Kondogbia hubiera sido titular en el Valencia con los ojos cerrados y sin embargo para Simeone fue un mero revulsivo en el tramo final. Los proyectos del Valencia y Atlético están a años luz de distancia y por ello a los blanquinegros se les debe juzgar por su proyección, no por perder ante un equipo que fue ayer y es hoy superior.