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El primer Florentino ficharía a Mbappé y Haaland

La fábrica de la ilusión. Hace tiempo que el Madrid deslizó su desapego por lo galáctico como principio hasta que surgiese la oportunidad de mercado adecuada. Su estratégica apuesta por los jóvenes no ha sido refrendada por las decisiones de Zidane ni por una eclosión de campanillas, salvo la de Valverde, que tiene poco de fuegos artificiales y mucho de competitividad. Vinicius y Rodrygo son dos buenos jugadores, pero no parecen tener el peso suficiente para liderar al futuro Madrid. Entretanto, el Atlético empieza a encontrarle sentido a su gran inversión por João Félix y el Barcelona, acuciado por los problemas económicos, se encomienda a sus prometedores niños, Ansu y Pedri.

El francés y el noruego. Los demoledores números goleadores del delantero del Dortmund, 100 tantos en los últimos tres años, han multiplicado las encuestas sobre si sería mejor fichar a Mbappé o a Haaland para liderar ese futuro. Mi sensación es que el francés aúna todos los ingredientes para ser el mejor colocado, desde la excelencia futbolística hasta su indiscutible incidencia en el plan de negocio. Fue un error no haberlo hecho cuando dejó el Mónaco y el Madrid prefirió aferrarse a Bale. Echando la vista atrás, estoy convencido de que el primer Florentino hubiese planteado alguna estrategia para fichar a los dos, aunque fuese en dos temporadas consecutivas. Dudo que en su indiscutible ambición no lo haya soñado, como hizo con Figo, Zidane, Ronaldo Nazario y Beckham. El presidente del Madrid siempre fue corredor de fondo.

El nuevo tablero. La coyuntura provocada por la pandemia ha cambiado las reglas del juego. Vienen dos años de apreturas, donde se va a pedir a los jugadores que se rebajen el sueldo, donde el club va a dejar de ingresar 250 millones entre ticketing y abonados. Los clubes estado, como PSG o City, son potencias económicas inigualables. Además, el futuro Bernabéu, que estará acabado en 2023, va a superar con creces los 575 millones de inversión presupuestados. El nuevo estadio va a marcar un antes y un después en la historia del club.

La importancia del contenido. Se convertirá sin duda en un punto neurálgico en el futuro de la capital, con una oferta de servicios y entretenimiento sin parangón. Lo que tendría peor digestión es que esa batería de espectáculos, ya sea baloncesto, fútbol femenino o conciertos no estuviese refrendada por un equipo de fútbol a la altura de su contenedor. En esta fábrica de ilusiones, el talento puede con todo. El madridismo necesitará seguir soñando en francés, en noruego o en ambos idiomas a la vez…