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¿Puede pagar el Barça el salario de Messi?

Cambio de perspectiva. Suele ser inteligente intentar analizar los problemas desde un ángulo diferente. Cuando hablamos de la continuidad de Leo Messi en el Barcelona, solemos fijarnos en la cláusula liberatoria que tiene el futbolista y que Bartomeu, aunque se lo había prometido, no respetó. Desde el episodio del burofax y su continuidad a regañadientes esta temporada, los efectos de la pandemia han cambiado el tablero de forma radical. Más allá del desapego del jugador y de sentirse señalado en todo lo malo que pasa en el club, el Barça, según anunció La Liga, tiene que afrontar un recorte salarial de dimensiones siderales.

De 656 a 382 millones. Por mucho que Javier Tebas quisiese edulcorar el asunto y colgarle a la pandemia toda la responsabilidad, lo cierto es que la futura directiva azulgrana tiene que rebajar 274 millones esta temporada, 85 más de lo previsto, y, si no lo consigue, este límite se rebajaría aún más en la 2021-2022. La propuesta a los jugadores para cobrar un 30 por ciento menos está sobre la mesa, pero no parece sencillo que acepten. Para más inri, este hachazo económico estaba calculado bajo el supuesto de que el público volviese a los estadios el próximo mes de enero, lo que se atisba como casi imposible. De confirmarse, el límite salarial de todos los clubes de Primera y Segunda bajaría automáticamente por la ausencia de ticketing en todo este periodo. Tras vender a la baja a Suárez, Rakitic y Vidal, el Barça tendría que aceptar que casi una tercera parte de la masa salarial recayese en Messi, más frustrado y revirado que nunca.

Callejón sin salida. El club azulgrana debe decidir si adentrarse en ese laberinto, exponerse a que el jugador decida liberarse en junio o si tomar la dificilísima decisión de prescindir del mejor futbolista de la historia en enero (las elecciones son el 24), intentar conseguir algo de liquidez con su venta y ahorrarse los 100 millones brutos que cobra por temporada. No se trata de querer más o menos a Messi, se trata de poder o no pagar lo que cobra, que es muy distinto.

Infames minutos de gloria. De un tiempo a esta parte, se perciben faltas de respeto lamentables a futbolistas como la que sufrió Griezmann al salir del entrenamiento por parte de dos mal llamados aficionados. No ha sido el único. Dembelé, Piqué y Riqui Puig también las han sufrido recientemente. La nueva pena del informativo es dar pábulo a personajes que buscan la celebridad televisiva a costa del respeto al futbolista.