La Ventana de los marginados

Las Ventanas FIBA vuelven a escena, esos partidos clasificatorios por selecciones incrustados por la federación internacional con cierta incoherencia en un calendario saturado y en unas fechas, normalmente, en las que no están disponibles los jugadores de la NBA ni de la Euroliga, en este último caso por la inflexibilidad de ambas partes para alcanzar un acuerdo. Aquella incongruente iniciativa, que hace peligrar la asistencia de potencias a las fases finales, se ha asentado ya en la agenda del baloncesto y ahora incluso la miramos con cariño, sobre todo después de aquellos héroes que llevaron a España al Mundial de China, donde, ya reforzada por sus principales estrellas, se proclamó campeona de la mano de Sergio Scariolo. Sin aquellos lanzadores no hubiera habido estos rematadores.

Aquella Selección de Marc Gasol, Ricky Rubio y otros astros se completó con tres jugadores procedentes de las Ventanas, con tres campeones del mundo, Quino Colom, Javier Beirán y Xavi Rabaseda, que ahora vuelven a integrar la lista de elegidos para enfrentarse a Israel, hoy, y a Rumanía, el lunes, en busca del pasaporte para el Eurobasket 2022. Los dos primeros, sin embargo, llegan en una situación atípica, apartados por sus respectivos equipos por diferentes razones. Colom fue informado en verano de que el Valencia no contaba con sus servicios, pero se mantiene en la plantilla, sin haber comparecido ni un minuto en los últimos cuatro meses. Beirán, por su parte, ha sido relegado del Gran Canaria por su entrenador, Porfirio Fisac, oficialmente por entender “la capitanía del equipo de formas distintas”, y no juega desde el 1 de noviembre. Scariolo no ha tenido presente esta anomalía para incluirles en la convocatoria, en respuesta a la lealtad que estos dos marginados de oro tuvieron con la Selección en tiempos duros, mientras otros se borraban de esa responsabilidad.