Mucho ruido y pocas nueces

Que Sergio Ramos tiene un trato diferente en el Real Madrid lo demuestra el hecho de que "sus cosas" las trata directamente con el presidente, un privilegio que otros no disfrutan. No es lo mismo que tu representante se haga el listo filtrando posibles ofertas a la Prensa, algo muy habitual y generalizado, que poder llorarle en el regazo a Florentino Pérez en la intimidad. Lo que pasa es que, después del episodio de la oferta china y el posterior renuncio del propio Ramos ("jugaría gratis en el Real Madrid", llegó a decir), no parece que 'el presi' vaya a entrar al trapo con triquiñuelas de Rinconete y Cortadillo en medio de una pandemia mundial en la que nadie está para invertir nada, y menos en un futbolista de casi treinta y cinco años.

Por otra parte, se hace difícil imaginar a Sergio fuera del ámbito del Madrid, donde es un figurón que corta el bacalao en el club y en los medios, donde se cuida su imagen y se le da el trato de icono mediático que tanto le gusta. No está claro que en otros sitios, el PSG por ejemplo, fuera a estar en el escaparate al mismo nivel de estrellas como Neymar o Mbappé y copara las portadas que se lleva en nuestro país. En definitiva, al sevillano le conviene seguir en este ecosistema que le tratará con cariño cuando se le noten las costuras, que nadie es eterno, y donde está bien pagado, porque, bravuconada al margen, gratis no va a jugar...