Dos años de Ramos, la mitad que Militao
Se mire por donde se mire, que a 40 días de que el capitán y estandarte del club sea libre para negociar con cualquier equipo del mundo es una situación anómala que no se sostiene e invita a pensar que la renovación del camero está enquistada. Puede que dos tipos que se tienen tanta confianza como Florentino y Sergio lo solucionen todo en una reunión de 5 minutos y dejen en papel mojado la historia, pero a día de hoy el asunto huele mal. Es evidente que la situación económica provocada por la pandemia ha complicado las expectativas económicas del central, pero salir al mercado para buscar un recambio de garantías para Ramos le saldría al club por un ojo de la cara. Eso en el caso de que puedas aspirar a fichar a un tipo con la jerarquía como para tapar el agujero que supondría la salida del capitán.
El silencio de ambas partes está haciendo más incómodo cada capítulo, sobre todo cuando desde las entrañas del club se desliza con demasiada frecuencia que la oferta es inamovible y que no hay ni más años ni más dinero para el defensor más decisivo en la historia de la entidad. Lo normal sería tener una actitud más cariñosa, como transmitiendo la sensación de que realmente es trascendente para el futuro inmediato del Madrid que Ramos siga siendo el capitán. Florentino ya se equivocó gravemente embarrando el final de los tres últimos grandes capitanes blancos,aunque ni Hierro ni Raúl ni Casillas eran ya indiscutibles en el once titular. Ramos une a su condición de leyenda y de parte del escudo, el hecho de que sigue siendo pilar básico para el entrenador y de que cuando no está en el campo el equipo es una verbena. Gastarte 50 millones de euros en Militao y querer racanearle un año de contrato a uno de los tres mejores centrales del mundo suena a chiste malo. Y el Madrid no está ahora mismo para chistes....