TOMÁS RONCERO
Ramos, la tierra para el que la trabaja
El culebrón de la renovación de Sergio Ramos viene de años atrás, dado que el capitán siempre ha dado la cara en nombre del vestuario y eso termina pasando factura en las organizaciones piramidales como la que tiene actualmente el Madrid. Pero el peso futbolístico y social de Sergio es de tal calibre que ha llegado la hora de decirle al presidente que se siente con el capitán y arreglen de una vez sus diferencias para llegar a un final feliz. Es una necesidad deportiva (querer suplir a Ramos por Alaba es una broma de mal gusto) y una necesidad institucional, dado que SR4 es el líder, la bandera y el orgullo de este proyecto de Zidane.
Renovar a Ramos por dos temporadas no es una exigencia irreflexiva, es la petición justa que responde al sabio refranero: "La tierra para el que la trabaja". Florentino está preocupado en hacer números y está en su derecho de creer que dándole un año no hipoteca el futuro financiero del club. Pero hay que recordarle que Alaba nunca vendrá por menos de 12 netos al año (lo que gana ahora Sergio) y que exigirá una alta prima de fichaje. Si aceptamos pulpo como animal de compañía, queda claro que la mejor opción es renovar al héroe de la Décima.