Modric se gana la renovación a pulso
Se está empezando a acostumbrar Zidane a dejar calentado banquillo al croata en los partidos importantes y, aunque los resultados le dan de momento la razón, la sensación es que el Madrid pierde jerarquía y calidad con Luka fuera del once titular. Si es cuestión de darle descanso para que llegue descansado y con piernas frescas al tramo final de temporada igual habría que darle respiro en partidos de menos tronío y no ante los rivales más complicados. El centrocampista saltó al campo en el momento de mayor debilidad de sus compañeros y se convirtió en el faro para todos con su capacidad para mantener el balón y su temple para solventar las situaciones más comprometidas.
Su actitud fue, otra vez, un nuevo ejemplo de jugador comprometido que quiere demostrarle a su jefe que se equivoca cada vez que le quita protagonismo en un choque decisivo. Modric no le ha puesto ni una sola mala cara a Zidane desde que tiene un nuevo rol en la plantilla pero con su carácter extremadamente competitivo le está mandando un mensaje claro a su jefe de que no se piensa acomodar a esta nueva situación. Modric, que acaba contrato a final de temporada, quiere ganarse su renovación hablando poco, trabajando mucho y demostrándole a todos en el club que sigue siendo un futbolista imprescindible para que este Madrid pueda salir por la puerta grande esta temporada.