A lomos de Llorente se ve la vida más clara

A lomos de este Llorente la vida se ve más clara. En un primer tiempo donde el Atlético estuvo sometido con su repliegue a un Betis controlador y sin colmillo, Marcos fue el único que inquietaba. El Cholo había apostado de nuevo por Lemar (tiene que hacer entrenamientos de categoría el francés, pues de lo contrario me sorprende su inclusión en detrimento de Vitolo) y a pesar de no haber público, estuvo impreciso. Le pasó lo mismo a Torreira y, sobre todo, a Trippier, quien se veía una y otra vez sorprendido. El inglés dio la sensación de que no le habían explicado las características de Tello. De cara al futuro y ante equipos de estrellas Michelín, los laterales y el 5 deben de ganar en fiabilidad y presencia. Otra cosa bien distinta fue el segundo tiempo, donde Llorente encontró aliados con los cambios, Herrera, João y Carrasco: qué pena su lesión. No sé si estuvo en China o en la Legión, pero el belga es un jugador más maduro y completo.

Le salieron bien los movimientos al Cholo, y tras bajar el ritmo el equipo verdiblanco, apareció la verticalidad y el talento de la segunda línea, algo que al final aprovechó Suárez. El uruguayo marcó un gol de verdadero 9, tanto de fútbol sala, te la doy y te busco para que me la devuelvas rápido atrás, ganándole la vez a su defensor que esperaba el desmarque al segundo palo. Con el uruguayo hay que tener un trato especial, dosificarlo en momentos determinados pero tenerlo siempre en el campo en situaciones de riesgo, puesto que no hay otro como él en la plantilla. Partido con dos caras diferente donde Llorente, la contundencia, frescura y el talento de los cambios marcaron la diferencia ante un Betis de sí pero no.