Reacción en Huesca o crisis a la vista en el Real Valladolid
Cinco jornadas con un pobre saldo de dos puntos, farolillo rojo de la clasificación y a la vista dos partidos que son esenciales para evitar los nervios, las prisas y la primera crisis de la temporada en el Real Valladolid. Sí, el fútbol no tiene memoria y son los resultados del día a día los que aportan calma al entorno o enciende la llama de la inquietud. No es algo nuevo, es lo de siempre. Aquí y en Rusia. Llegan ahora dos partidos determinantes para reaccionar, para que el equipo demuestre que no es el peor de la competición y que está capacitado para salir de ahí. Primero, Huesca y luego el Alavés en Zorrilla. En Huesca la oportunidad es de oro para salir de descenso y endosarle el problema a los aragoneses. Un triunfo de los de Sergio les permitiría adelantar a los de Michel, pero una derrota en El Alcoraz colocaría al Huesca con cinco puntos de ventaja, dejaría al Valladolid más colista y a la espera de la visita del Alavés que llegaría envuelta en una dosis de tensión mayor de lo que sería recomendable.
Así que con este panorama Sergio prepara con las ausencias de Jota y Weissman, el partido del domingo. Con las dudas de Joaquín y de Javi Sánchez y con Orellana y Alcaraz a disposición. Y cuidado con el Huesca, que ha plantado cara a todos sus rivales y solo cedió en su primer partido en casa ante el Cádiz. Después no pudo ganar allí el Atlético de Madrid. No será nada fácil el encuentro ante un rival que también se ha reforzado, pero el Valladolid debe estar perfectamente capacitado para poder ganar a cualquiera de los directos rivales que van a estar ahí. El pasado año basó su permanencia precisamente en los enfrentamientos más directos.
Y sería bueno ganar ya para buscar ese punto de confianza que ahora mismo está en entredicho tras las primeras jornadas. Como siempre digo, todo hay que afrontarlo desde la tranquilidad, pero hay algo contra lo que no se puede luchar, los malos resultados y verse último en la clasificación. Ahí la calma desaparece y el miedo y los nervios se apoderan del más tranquilo. Eso es lo que está en juego evitar el domingo. Buena prueba de fuego para Sergio que siempre supo ganar las batallas cuando más falta hacía. Y ahora hace mucha falta.