El trío locomotor de LaLiga pierde fuelle

El mercado cerró con un balance de compras y ventas con un equilibrio casi exacto: 409M€ en compras y 405 en ventas. El curso pasado esos números fueron respectivamente 1.308 y 992. Esta comparación constituye un termómetro más de lo que la pandemia le está haciendo a nuestro campeonato, que es lo mismo que nos hace en todos los terrenos: la pascua. La austeridad es más clara si se separa el movimiento interno del que hemos tenido con el exterior: hemos exportado por valor de 387M€ e importado por 297. Una balanza económica favorable que la afición no celebra, porque augura que LaLiga pierde fuelle competitivo.

La gran excepción es el Sevilla, que aparte de compensar razonablemente las pérdidas de Banega (Rakitic) y Reguilón (Acuña) ha apuntalado todas sus líneas con vistas a la Champions. Le sigue el Granada, que acorde también con su nuevo desafío europeo ha hecho una inversión neta de 20,5M€. En el otro extremo está el Valencia, cuyo propietario oriental ha desmantelado impíamente la plantilla para desconsuelo de Javi Gracia, que fichó bajo otras premisas. El Atleti, que mejoró incorporando a Luis Suárez a cambio de Morata, se ha llevado a última hora la mala sorpresa de la marcha de Thomas, con la que no contaba.

En el Barça, decepción: ni salió Dembélé ni vino Depay y hubo que regalar a Rafinha. Aunque hay regresos y novedades (Coutinho, Pjanic...) la ilusión la convoca el joven Ansu Fati. En cuanto al Madrid, ya se sabe desde la salida de Cristiano que optó por grúas en lugar de goles, y aunque lo vende haciendo de la necesidad virtud (no podemos fichar si hemos bajado el 20% a la plantilla), lo cierto es que está tan tieso que aparte de no comprar ha vendido a tres perlitas de la cantera, Achraf, Reguilón y Óscar, además de James. Sufre, pues, el trío locomotor de nuestro fútbol, que son justo los que más pierden con la ausencia de público.