El Giro de Italia 2020, que tenía que haber arrancado en Budapest en primavera, echó a rodar este sábado en Sicilia en otoño, 147 días después de la fecha original. Zarandeos de la pandemia. Lo hizo con una contrarreloj de 15 kilómetros, que se adjudicó el máximo candidato, casi único, en esta especialidad: Filippo Ganna. El cuádruple campeón del mundo de persecución en pista sigue en racha, tras la conquista de la crono en la Tirreno-Adriático y en el Mundial. Ahora mismo no tiene rival en la prueba, al menos en estas distancias. Otra cosa sería verle en una cronometrada larga, pero en el ciclismo moderno, ya ni existen. Ganna, de 24 años, también confirma con este triunfo, y con la primera maglia rosa, la imparable irrupción de los jóvenes. Tras él se clasificaron Joao Almeida, de 22, y Mikkel Bjerg, de 21. Han venido para quedarse.

El Ineos pegó primero en la contrarreloj inaugural, pero también pegó doble. Geraint Thomas, el máximo candidato a la general según las apuestas, tomó ventaja sobre todos sus teóricos rivales, fue el mejor de los gallos. El británico se adelantó en 26 segundos a Simon Yates y en más de un minuto al resto de favoritos. Un buen mordisco para empezar. Entre esos aspirantes ya no está Miguel Ángel López, que sufrió una fea caída que le ha retirado de la carrera, donde vino a regañadientes para escoltar a Jakob Fuglsang, que ha perdido un gran apoyo nada más arrancar. Thomas, ganador del Tour en 2018 y segundo en 2019, fue apartado de la alineación de la ronda francesa para volcar la jefatura en Egan Bernal sin competencias internas, y porque el propio Geraint no parecía en un buen punto competitivo. Ahora sí lo está. Y se enfrenta al desafío de conquistar el Giro y, de paso, de lavar la imagen del Ineos tras su batacazo en el Tour, que saldó con el escaso botín de una etapa de Michael Kwiatkowski abrazado a Richard Carapaz. Hay ganas de desquite en este Giro… Y tres semanas por delante.