Del Cerro Grande enchufó a Messi
La tarde de los sorteos europeos, en la que al Madrid le salieron las pirañas de los bombos tres y cuatro, que es donde hay que mirar, se completó con la noticia feliz del Granada. Venció en el campo del Malmoe 1-3, tercera victoria consecutiva en este camino que ha tenido que recorrer para hacer efectiva su presencia en la Europa League. Se une así al Villarreal y la Real Sociedad, que irán hoy al bombo para formar los grupos de esta competición. Es el debut del Granada en lances europeos y lo ha hecho, por causa de aquel gol tardío de la Real al Atleti, por ese camino largo de las tres pruebas previas. Lo difícil sabe mejor.
Una vez resuelto eso, los ojos se volvieron al Barça, que comparecía en Balaídos en busca de puntos y sensaciones. Como en el Camp Nou el primer día, Ansu Fati abrió la lata, con un remate rápido y difícil, una puñalada de pícaro que viene a sumarse a todos los méritos que ya le veníamos descubriendo. Messi, mientras tanto, paseaba. Esperaba yo más después de su declaración conciliadora del otro día, pero no le veía comprometido... hasta que le enchufó Del Cerro Grande, con sus prisas por expulsar a algún central del Barça (pinchó primero con Piqué y luego se compensó con Lenglet). Messi se lo discutió, educado y ceñudo.
La discusión sobre el campo se repitió, televisión mediante, en el túnel, antes del regreso, con Del Cerro dando explicaciones a Messi y Piqué con Koeman de oyente. A Messi no le debió de convencer mucho eso, porque salió con esa adrenalina que descarga cuando se enfada en los partidos y decidió ajustar cuentas. El Barça estaba con diez (se fue Griezmann, al que no se notó ni cuando estuvo ni cuando faltó) pero con Messi conectado tuvo un arrebato que produjo el 0-2 y si no llegó el 0-3 fue por un fuera de juego justo. Pero llegaría al final, tras un ejercicio de solidez del Barça ante un Celta falto de nervio. El proyecto Koeman pinta bien.