Las conclusiones de Simeone y João

La primera parte penalizó al Atlético. Los del Cholo no supieron encontrar la manera de meterle mano con al entramado compuesto por el 1-4-1-4-1 de un equipo que ya en Villarreal y Valencia demostró que está muy buen entrenado, gracias a la gran labor de Michel por la que logró el ascenso y está asentándose con firmeza en Primera. A la presión sin balón en campo contrario, siempre le faltó mayor convicción a la hora de soltar a Saúl en busca de Mosquera, quien, al recibir de Andrés en el inicio de juego en corto, rompía la presión. Con balón, con el ataque posicional sobre el repliegue intenso de los oscenses, les faltó finura y velocidad para encontrar el juego por dentro. Tanto a Thomas y como a Saúl les costó encontrar a João, Vitolo y a un Marcos Llorente que se encuentra más cómodo a la hora de jugar a campo abierto.

Seguro que el Cholo habrá tomado nota que ante equipos a cinco metros del área producen más Koke y Correa. Los cinco cambios (gran comodín de este Atlético), le dieron agilidad por dentro y posibilidades a los laterales para crearle problemas al Huesca. Fueron los mejores minutos rojiblancos donde la falta de acierto les privó de tres puntos que merecieron. Esto de lo que os habló seguramente no sería igual sin el condimento perfecto: João Félix. El portugués de nuevo monopolizó todas las acciones ofensivas. El Menino da motivos para ilusionarse con que es el año de su confirmación. Que si un caño, un regate, un pase sin mirar, un recorte, en definitiva, todo con influencia en el juego y, lo más importante, con continuidad. Partido para sacar conclusiones de lo que hay que hacer contra equipos que te den la pelota y habiten en campo propio. Las conclusiones sobre este João, con libertad y confianza, las tenemos tan claras como las tiene el primo Futre con su paisano.