La victoria Soren Kragh Andersen tuvo mucho mérito, después de la exigente etapa principalmente por el esfuerzo del Bora, en un final bonito por las calles de Lyon. Es cierto que comparten empresa organizadora, pero el Tour cada vez imita más a la Vuelta en estos tipos de finales dentro de las ciudades. Anteriormente, en otros años, hubiese sido una etapa con un esprint masivo ideal para velocistas. Ahora, se ve que los diseños van cambiando. Me recordó a la etapa de Toledo de la pasada Vuelta en la que se impuso el francés Remy Cavagna. Subidas, bajadas y terreno quebrado ya dentro de la misma ciudad. El Bora consiguió solo parte de su objetivo, porque descolgó a Ewan y Bennett, posiblemente los dos mejores velocistas de este Tour, pero no pudieron rematar con Sagan, que no es el de otros años.

Otro ejemplo de la relación Tour-Vuelta es que yo en mis veranos por las carreteras francesas, en la primera semana no quitabas el plato grande. Ahora ya no, cada vez hay menos llano los primeros días. Este domingo, jornada muy importante para los hombres de la general y especialmente para Bernal. Los eslovenos, Pogacar y Roglic, han demostrado ser los más fuertes, y el colombiano debe pasar al ataque. Enric Mas, al estar menos vigilado, también puede que lo intente en el inicio de puerto, ya que tiene cierto tiempo de margen. Landa debería, mínimo, aguantar con los mejores, pero ya estamos casi en la tercera semana del Tour, y el desgaste cada vez es mayor.