Turno de ver cómo está Roglic
Jornada de transición la de este lunes. El pelotón aprovechó para recuperarse de las caídas y preparar la montaña. Fue impresionante ver cómo Caleb Ewan se coló por un hueco en el que nadie le veía y pudo sorprender a Sam Bennett, que ya se veía ganador de la etapa. También tuvo el punto de suerte de encontrar ese espacio, ya que si Peter Sagan hubiese estado un poco más a la derecha, no podría haber pasado. Mañana llega el primer final en alto de la carrera. Espero pocas diferencias entre los favoritos. El principal aliciente del día será ver si Primoz Roglic sigue siendo el del Dauphiné, o si en cambio sigue lastrado por la caída. También quiero ver cómo se encuentra Egan Bernal, que, igual que Roglic, tuvo problemas hace unos días.
La llegada en un puerto de primera categoría será el primer cara a cara entre los hombres de la general. A los Ineos se les está viendo con menos responsabilidades y fortaleza que otros años, por lo que el Jumbo tendrá que coger la responsabilidad. Corredores como Mikel Landa tendrán que moverse, si es que lo hacen, en el momento adecuado, pero sus equipos no tomarán el control de la carrera. Lo mismo pasará con otros como Tadej Pogacar o Thibaut Pinot. Julian Alaphilippe podría sobrevivir en ese puerto, y es que el amarillo le puede dar alas. Tras lo del año pasado, es difícil aventurar dónde está su límite.