Arranca una nueva temporada llena de incertidumbres
El verano avanza y las fechas vienen absolutamente alteradas. En condiciones normales estaríamos a punto de comenzar el baile. Ahora vamos con un mes de retraso y, en el mejor de los casos, la Liga empezará el 12 de septiembre. Todo viene raro, cambiado, con mascarillas y sin público, sin calendario todavía y con la amenaza de que volvamos a dar pasos atrás, pero es lo que hay. Y a esa nueva normalidad, que de normal no tiene nada, hasta ahora se ha adaptado bien el Valladolid.
Arranca un nuevo año futbolístico con el club entre los grandes. Es momento de valorar lo que tenemos para no ponerlo en peligro con falsas euforias o ensoñaciones. Sabiendo de dónde venimos y hasta dónde podemos llegar. Sin pasos atrás pero sin saltos al vacío. Espanyol, Leganés, Mallorca, Málaga, Las Palmas, Deportivo... Lo darían todo por estar en Primera. No hace tanto la situación era la contraria y desde Valladolid mirábamos con sana envidia hacia arriba. Momento de seguir haciendo las cosas con inteligencia, serenidad y bien. Sergio y Miguel Ángel Gómez son un seguro de vida en lo deportivo.
Y ya no está Salisu. Tengo plena confianza en que Javi Sànchez le suplirá con garantías. Y llega Bruno y deberá llegar otro central más. Con Luis Pérez para reforzar la posición de lateral derecho y con Orellana como buen refuerzo, queda mucho por hacer en la confección de la plantilla y el mercado dará todavía para mucho hasta que se cierre en octubre. Y es momento de que los jóvenes tiren la puerta, Marcos André, Kike, Sekou. A Miguel no le incluyó porque más que tirar la puerta es posible que la abra para salir. Apuesto más por los que quieren estar que por los que amagan con marcharse. El que no quiera estar es mejor que se vaya. Los egos y las actuaciones inmaduras no son buenas compañeras de viaje para los futbolistas jóvenes. Pero la humildad y la madurez no acompañan a todos por igual. No por querer correr más se llega más lejos.