Con la Liga en el bolsillo, el himno de la Champions empieza a sonar en la distancia. El reto de remontar un 1-2 en Etihad se debe afrontar con optimismo, sin ningún tipo de temor y conociendo por dónde debes llevar el desarrollo del juego. Las virtudes de este Madrid poco tienen que ver con las del equipo campeón de cuatro Champions en cinco años o con el de las tres consecutivas. Cuesta mucho más encontrar el camino al gol, pero a los rivales les ha resultado todavía mas difícil encontrar la red de Courtois.

En un partido donde tienes que ir a hacer por lo menos dos goles, debes pensar cómo poder generar las situaciones necesarias. En este curso el Madrid se ha sentido mucho más feliz y más letal cuando ha podido correr, ya sea tras robo o por error del rival, los Benzema, Rodrygo, Vinicius, Hazard y compañía han atacado esos espacios sin pensárselo. En cambio, ha costado mucho generar a través del ataque posicional. El City sufre defendiendo en espacios grandes y ahí Vinicius es la mayor amenaza. Quizá no sea titular, pero su velocidad ya fue lo que más peligro le creó al City en el Bernabéu. El brasileño, de momento, no le saca todo el rédito que debería a las jugadas que genera, pero condiciona la defensa rival.