En aquel momento ni él mismo se podía imaginar lo que es ahora una deliciosa evidencia. Zidane quería estar ligado al fútbol de forma u otra pero ser entrenador no le pasaba por la cabeza. Recomendar a Florentino fichar a Varane, entonces un desconocido, era como un simple favor que el ex futbolista madridista hacía al club de sus amores. Con los años y con el éxito que supuso esta idea podemos afirmar ahora que Zizou ya era un míster en potencia, preparado para dirigir un equipo. Su visión global de este deporte era ya muy útil y lo es ahora más que nunca. Pero hubo personas que no entendieron que, hace un año, el entrenador pidiera al club que fichara a Ferland Mendy.

Ahora nadie puede dudar de que fue un acierto. El lateral galo ha tenido un doble papel. Primero ser una alternativa seria a Marcelo y, segundo, ponerle una presión real al brasileño (que le ha 'despertado'). Algo que no ocurría desde hace tiempo. Y aquí está el resultado: cuando los dos están disponibles (lo que no es el caso de Marcelo ahora) nadie puede afirmar quien es el titular y quien es el suplente. Y cuando falta uno de los dos sabemos que el puesto estará bien cubierto. No fue fácil para Zizou tener que gestionar el final del 'imperio' de Marcelo pero, al final, es el Madrid que ha salido ganando.