Aprobados y suspensos del Real Madrid: Courtois y Benzema ponen la Liga a tiro
El belga sumó su quinto partido consecutivo sin encajar y el francés aportó el gol 500 de la era Zidane y la asistencia a Asensio. Calamitoso Lucas Vázquez. El Madrid huele a campeón.
COURTOIS. Intervino con una muy buena mano en el 29’ para evitar un chut seco de Burke en una gran ocasión vitoriana. En el 60’ sacó otra incluso mejor a Joselu. Una manopla que resonó en un Di Stéfano vacío. Si en otros partidos se benefició de una defensa férrea, esta vez el salvador del Madrid fue él. En su mejor momento.
LUCAS VÁZQUEZ. Le tocó hacer de ‘dos’ ante la plaga de sanciones y bajas y fue el punto débil del Madrid. Oxidado y sin confianza. Muñiz mandó sus naves a buscarle una y otra vez la espalda. Arriba tampoco fue resolutivo, estando exageradamente impreciso en los centros y falló el 3-0 por intentar rematar de tijera.
MILITAO. Muy veloz, le ganó un duelo a Joselu cuando encaraba a Courtois pero minutos más tarde fue burlado por Burke en una jugada a lo Onésimo en la línea de fondo. Con todo, Zidane estuvo muy pendiente de él y volvió a aprobar un examen más complejo de lo que parecía con Joselu y Lucas Pérez delante. Gana entereza antes del decisivo partido contra el City.
VARANE. El tutor de Militao, estuvo muy sobrio en su papel de jerarca de la defensa.
MENDY. De nuevo en el once, tras la titularidad en San Mamés de Marcelo (ahora lesionado), fue productivo desde muy pronto: el que sufrió el penalti de Ximo Navarro en el 12’ que desembocó en el 1-0 de Benzema.
CASEMIRO. Más fallón que de costumbre en los desplazamientos largos, a los que se vio abocado al no estar Ramos, uno de los que mejor desplaza la pelota desde la cueva. Pese a eso, fiable en su faceta en la que está más familiarizado, dotar de solidez a la medular blanca. Los Camarasa, Edgar… no le dieron mucho trabajo.
KROOS. Poco protagonismo, salvo cuando retrasó en ocasiones su posición para ayudar a insuflar de criterio el inicio de las jugadas. Partido de aliño del germano.
MODRIC. Con casi 35 años sigue hipervitaminado y supermineralizado. Regates, centros con el exterior, despliegue físico incansable… Su final de temporada está siendo de notable alto. “¡Bien, chaval!”, le gritó Ramos al llegar al banquillo en la grada, entre la risas del propio croata.
RODRYGO. Vivaracho y muy insistente sorprendiendo desde la banda izquierda, tuvo dos ocasiones en las que Roberto le quitó el premio cuando ya casi lo saboreaba. El brasileño está enchufado, es más regular que su compatriota Vinicius y se asienta en el once.
BENZEMA. Sin Ramos, los penaltis son suyos. Tomó la responsabilidad desde los once metos y engañó a Roberto. 18 goles en Liga para el galo. Posteriormente tuvo el segundo en la última jugada de la primera parte, una acción que le costó un golpe en las cervicales que le dejó mareado. El descanso le vino de lujo, a la vuelta le regaló a Asensio al 2-0. Karim, en modo líder.
ASENSIO. Hizo el segundo del Madrid y su segunda diana desde que retornó al fútbol tras su grave lesión de rodilla. Su sonrisa sigue siendo contagiosa…
VALVERDE. Hizo el clásico hombre por hombre. La misión de Modric la retomó el uruguayo. Por momentos mediapunta para propulsar el ataque. Ha perdido algo de fuelle en este tramo final.
VINICIUS. Si situó desde el 69’ en banda derecha, la posición del frente de ataque que menos le seduce.
HAZARD. Tras el misterio que envolvía su tobillo en las últimas semanas, salió a echarse unos minutos en las piernas (entró en el 81’) con el partido encarrilado y menos riesgo de sufrir un marcaje correoso. De falso nueve, apenas tuvo opciones de cazar alguna ocasión potable.
ISCO. Entró a la par que el belga y fue el artífice de muchas de las largas posesiones con las que el Madrid terminó de apuntillar al Alavés.
BRAHIM. Zidane le quitó las telarañas (sólo había jugado 8' tras el confinamiento, en el 2-0 al Mallorca) para darle paso en el descuento...