El Madrid, a cuatro puntos del Barça
Corría el minuto 79 cuando Carvajal se fue por la banda, llegó al área, recortó a Olivera y éste le derribó. Sergio Ramos, siempre segurísimo en este lance, transformó el penalti. Así ganó el Madrid un partido en el que sufrió horrores. El Getafe dio un curso de cómo maniatar al Madrid, con el esfuerzo constante de todos en la presión. He aquí un equipo con salud y disciplina, un equipo bien trabajado, como solemos decir, por su entrenador, Bordalás. Para darle un disgusto al Madrid le sobró el penalti de Oliveira y le faltó un poco más de pólvora. Y también de suerte con el árbitro, que en la primera mitad le perdonó un penalti a Carvajal.
El modelo del Getafe, de presión tan agobiante, sólo se puede contrarrestar a base de calidad en la salida (el Madrid tiene jugadores para ello) o con balones largos. Intentó lo primero, pero los artistas del medio campo, Isco, Modric y Kroos, no pudieron con sus oponentes, así que el Madrid naufragó gran parte del choque. En la primera mitad, sólo sacó la cabeza a partir del 35’, cuando el Getafe paró un poco, necesitado de aire. Tras el descanso, el Madrid se vio de nuevo acogotado hasta que el Getafe, esta vez un poco antes, aflojó. Y eso coincidió con cambios acertados de Zidane: Rodrygo y Asensio por las bandas, Valverde por Modric.
De modo que cuando llegó el gol, venía en cierto modo a premiar la fase de definitiva liberación del Madrid, en el que sus extremos atacaban con acierto por la banda natural, tiempo atrás lo ortodoxo, hoy una rareza. El Getafe se quedó sin premio, pero el partido renovó su prestigio de equipo estupendamente bien construido. Y el Madrid, una vez pasado el trago, mira al Barça desde la altura de sus cuatro puntos de diferencia, que le pueden permitir dos empates o una derrota, en el caso de que el Barça lo gane todo. LaLiga empieza a estar muy a mano para el Madrid, aunque le queda San Mamés, le queda el Villarreal, le queda el Granada...