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Un Real Madrid con Hazard y Vinicius juntos

La sorpresa de Zidane. Zidane volvió a sorprender, y ya son unas cuantas veces a lo largo de su carrera como entrenador, con el once elegido para el partido disputado en Valdebebas contra el Mallorca el pasado miércoles. Sorprendió tanto en la elección de los futbolistas para componer el equipo titular como en el dibujo, proponiendo un 1-4-2-3-1 que no recuerdo que haya sido utilizado por el técnico francés con anterioridad.

Dos perfectos para correr. Creo que, como a todos, a Zidane el cuerpo le pide poner juntos a Hazard y a Vinicius, los dos atacantes con mas capacidad para el desequilibrio en el equipo blanco a día de hoy, además teniendo en cuenta que el Madrid es feliz en estos momentos, lidera la clasificación de LaLiga y encuentra la portería rival cuando puede correr. Y estos dos futbolistas se manejan de maravilla precisamente en ese contexto. Este sistema es óptimo para atacar rápido y de manera vertical.

Robo y salida rápida. El Granada, por ejemplo, ejecuta esta estructura del 1-4-2-3-1 a la perfección. Es el equipo que menos toques realiza para construir sus ataques en LaLiga. También es el sistema mas utilizado por José Mourinho a lo largo de su carrera. Es evidente que el Madrid necesita la amenaza que supone Vinicius para los rivales y el brasileño únicamente es dañino cuando parte desde la banda; en cambio a Hazard ya le hemos visto brillar en todo un Mundial, como pasó en Rusia 2018, jugando por detrás del punta, en una posición más centrada.

Hazard, multiusos. El belga tiene la habilidad para jugar de espaldas, girarse, maniobrar en espacios reducidos y asociarse. El brasileño necesita campo abierto para lucir. Además, esa amenaza al espacio que es Vinicius provoca el hundimiento inmediato de la línea defensiva rival, algo que puede beneficiar a la generación de espacios en el carril central entre la defensa y el centro del campo del oponente. También el hecho de tener a Benzema y a Hazard, más quien juegue en la derecha del ataque (Bale, Asensio, Rodrygo...), pues eso hace que no lleguen las ayudas sobre el brasileño de manera tan alegre. Más facilidades para el desborde del joven jugador.

Los problemas sin balón. Ahora toca ajustar la fase defensiva o sin balón. Contra el Mallorca se sufrió a los costados de los mediocentros, ante la posición demasiado abierta tanto del propio Vinicius como de Bale en el retorno; de hecho, Zidane creo que estuvo ajustando esto con el galés en una de las pausas para la hidratación, ya que Carvajal tenía dudas sobre si saltar dentro o fuera cuando algún atacante mallorquín se posicionaba al costado de Valverde. Una opción sería meter al propio uruguayo como falso extremo derecho y que, junto a Casemiro y Kroos, por ejemplo, cerrarán bien el carril central cuando toque defender. Comprobaremos si esta idea se repite en más partidos en el futuro cercano, pero está claro que Zidane debe intentar encajar juntos en el once a los que mejor están y que a este Real Madrid le sienta muy bien correr.