Varane y Ramos sacan del apuro a Zidane
Se conserva el Madrid en la senda de la eficacia que le ha llevado a lo más alto de la tabla. No jugó un buen partido, a merced del Mallorca en muchos momentos del mismo, pero se valió de la pegada que desde que se había ido Cristiano le era esquiva. A falta de Casemiro, insustituible a todas luces, Zidane optó por el toque de corneta y conformó un once tan ofensivo como discutible. Su alineación con Bale, Hazard, Vinicius y Benzema, en un 1-4-2-3-1 en fase de posesión y en un 1-4-4-2 en fase defensiva, vació la medular y disminuyó el ya precario control de juego madridista. El plan también debilitó la presión alta ante un Mallorca que replicó el sistema de tres centrales por el que ya había apostado Vicente Moreno en las dos últimas salidas frente al Eibar y el Villarreal.
El buen tono bermellón, con superioridad numérica en la salida y por dentro, apuntó a Kubo y a la banda izquierda. El japonés transitó con alegría y desparpajo por detrás de Modric y Valverde. Flotó en el campo bajo una naturalidad aplastante, reconocida en sus cualidades para elegir lo que toca en cada situación. Alrededor del nipón, el Mallorca se estiró y comprometió a un Madrid que tampoco supo taponar su costado derecho. Carvajal estuvo sobrepasado con Lago Junior, poco ayudado como siempre por Bale. El lateral no solo perdió en los uno contra uno, sino también equivocó las vigilancias y dejó demasiado espacio a su espalda.
En ese contexto, asomaron Varane y Ramos como diques de contención. Los dos centrales sostuvieron al Madrid con su capacidad de anticipación en el interior y sus coberturas a los laterales. Varane se multiplicó para salir de zona en los avances por dentro del Mallorca sin dejar de mirar lo que sucedía en el carril de Carvajal. Ramos, de menos a más, demostró un empaque y jerarquía similares. Ambos fueron el factor corrector de un equipo frío y sin hueso, salvado por sus individualidades como otras tantas veces, que le mantienen en el liderato. Aun así, como le sucede al Barcelona, no está libre de pecado.
Lectura adecuada
Lago encara a Carvajal y Kubo lanza un desmarque a la espalda del lateral. Varane está atento en todo momento, cerca del japonés, para ganar el duelo y recuperar el balón para el Madrid.