"No vuelvo a ver al Castilla hasta que ese pibe regrese al Madrid". Cuando Di Stéfano hablaba, había que callar, tomar nota y atesorar el fluir de su verbo. Y Don Alfredo, desde al palco de honor de 'su' estadio de Valdebebas, siempre vio algo especial en ese mediocentro de melena ensortijada de nombre Dani Parejo. "Es un fenómeno", le decía La Saeta a Ramón Calderón y a todo dirigente blanco con el que se cruzaba. Esa amenaza de no ir a ver un filial blanco sin Parejo la pronunció en 2008, cuando el chico, con 19 años, se fue cedido al Queens Park Rangers inglés... de Flavio Briatore. El disgusto le duró poco a Don Alfredo. Parejo sólo pasó cuatro meses en Loftus Road antes de volver a Coslada y al Madrid. Parecía destinado a un futuro ideal como relevo de Xabi Alonso, pero el fútbol sigue sus propios derroteros...

A Parejo le llevaron finalmente a portar el brazalete del Valencia, donde el Madrid se convirtió poco menos que en Nosferatu para la afición che desde lo de Mijatovic. Pero la historia reciente demuestra que la A-3 no es de una única dirección. Cachorros en Valdebebas son pilares ahora de Mestalla. Al frente de todos (Rodrigo, Cheryshev, Sobrino...) aparece Parejo. De ojito derecho de Di Stéfano a capitán del Valencia. Una década después retornará mañana al campo donde encandiló a la leyenda. Don Alfredo, aunque sea con otra camiseta, Dani vuelve a casa.