La desgarradora carta de Phelps

La desgarradora carta de Michael Phelps proyecta el lado más humano del deportista, desnuda las debilidades de ídolos a quienes habitualmente visualizamos con superpoderes, como héroes de Marvel, mientras coleccionan victorias y récords. El deportista más laureado en la historia de los Juegos, con 28 medallas olímpicas, ya había hecho públicos sus problemas de depresión, que desde fuera creíamos superados. “Nunca desaparece”, revela en su estremecedor relato, donde suelta frases tan impresionantes como “me siento inútil”, “me apago por completo” o “ya no quiero ser yo”. Unos pensamientos que contrastan con la imagen de invencibles que reflejan estos referentes sociales. Las enfermedades de salud mental han sido tabú en el deporte, nunca se han tratado con la naturalidad de una lesión de otro tipo, pero afortunadamente cada vez son más quienes han dado el paso para contar sus experiencias. Que uno de ellos haya sido Phelps, un icono mundial, ayuda a los demás. Andrés Iniesta, Liz Cambage, Edurne Pasaban, Álex Abrines Los ejemplos proliferan en los últimos tiempos.

La carta de Phelps ha multiplicado su impacto porque se ha producido en plena pandemia, cuando diversos estudios aseguran que los problemas mentales se han incrementado a causa del encierro y de los estragos del virus. Depresión, angustia, ansiedad… El Tiburón de Baltimore se ha sentido así “durante la mayor parte de esta cuarentena”. Igual que otros muchos ciudadanos que no saltan a la primera plana. En previsión de esta amenaza, el CSD articuló un servicio de apoyo psicológico, coordinado por una ilustre deportista, Jennifer Pareja, desde los primeros días de confinamiento, en colaboración con la AEPSAD. Una veintena de deportistas españoles han sido atendidos de forma continuada durante este periodo. Porque no son superhéroes… Y eso hace que los admiremos aún más.