Brandt baila entre líneas
El regreso a la actividad se presentaba complejo para el Dortmund. No estaban disponibles sus dos medios centros titulares, Axel Witsel y Emre Can, dos futbolistas de portentosas virtudes físicas que podrían marcar diferencias en el nuevo contexto post-confinamiento, en el que los jugadores de naturaleza exuberante parecen partir con ventaja. Con Julian Weigl vendido por 20 millones al Benfica en el mercado invernal, a Favre le tocaba apostar por los dos únicos recambios que le quedan en esa posición: Dahoud y Delaney. Ante un rival como el Schalke, que concentra su máximo peligro entre líneas, a la espalda de los pivotes adversarios, el contratiempo parecía aún más trascendente. A la hora de la verdad, la tarde fue plácida para los dos sustitutos. Permitieron un tiro de Serdar desde la frontal, que fue a las manos de Bürki, y poco más. Harit estuvo desaparecido y el Schalke nunca dio la sensación de poder marcar: ni haciendo los cinco cambios alcanzó un tono suficiente como para competir el partido de verdad. Si el equilibrio defensivo amarillo con ausencias de tanto de peso estaba bajo la lupa, el Borussia pasó este examen con nota y permitió a su siempre deslumbrante línea de ataque marcar las diferencias para aplastar a su enemigo íntimo.
El favoritismo inicial de los locales también recibió un golpe cuando salieron las formaciones iniciales. Sancho, el jugador con más talento de la plantilla, se quedaba en el banquillo. Esa ausencia liberó un espacio en tres cuartos de campo y Julian Brandt se encargó de ocuparlo en todos los sentidos: tanto en lo que se refiere a la posición concreta como a lo relacionado con el rol de generador de fútbol ofensivo. Participó en los cuatro goles: su taconazo al primer toque, delicioso, habilitó a Thorgan Hazard en el 1-0 de Haaland; en el segundo y en el tercero dio él mismo el último pase, y en el cuarto estuvo presente en la génesis abriendo al costado izquierdo para que se incorporara Guerreiro. Aunque el goleador noruego pretendido por el Real Madrid se va a llevar la mayoría de titulares, probablemente Brandt fuera el mejor jugador del partido.
Y es interesante observar que el ex del Bayer Leverkusen brilló en una demarcación que le conviene especialmente pero que no siempre ha sido la que le han ofrecido sus entrenadores. En categorías inferiores era habitual verle partiendo desde la banda, casi como un extremo. Este mismo curso, antes de que firmara Emre Can, Favre lo llegó a alinear en el doble pivote al lado de Witsel. Pero es en tres cuartos, en una de esas dos posiciones por detrás del nueve y con mucha libertad para moverse por dentro y por fuera, donde Brandt se expresa con todo su esplendor. No será fácil que conserve el puesto cuando Sancho recupere un ritmo físico apto, porque el inglés, en igualdad de condiciones, es el fijo. Quedará una plaza y se la disputará con Hazard, Reus, Götze y con el jovencísimo -y muy interesante- Gio Reyna. Ante el Schalke reivindicó que tiene que ser para él.