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La Bundesliga como ensayo

Más de dos meses sin fútbol. No sé si nunca habíamos estado tanto tiempo sin ver rodar un balón. La situación ha calado tan hondo que, si hoy nos dijeran que ya no volverá, nunca más, sospecho que algunos aficionados no lo echaríamos de menos. Es la fuerza de la costumbre. Y sin embargo, la atracción del juego bonito es tan grande que bastarán unos minutos de un partido, una buena jugada, un gol, para que recuperemos todas las ganas. Es una especie de adicción: esa sensación de que las semanas vuelven a estar pautadas por el calendario futbolístico, aunque no podamos ir al campo y tengamos que verlo por la tele.

En el fondo será como una fase de aprendizaje. Hace unos días empezó de nuevo la Liga K de Corea del Sur. En un canal de Twitter daban un partido en directo y me quedé un rato a verlo. Jeonbuk Motors contra Suwong Bluewings —palabras que escribo por primera vez en mi vida—. Desconozco la calidad de sus futbolistas, pero parecía que nunca antes habían jugado juntos: sin automatismos, con miedo a tocarse, con unos desmarques que parecían huidas desesperadas. Aburrido, seguí con mi vida, preguntándome si eso es lo que nos espera cuando vuelva la liga española.

Una pista para ese futuro inmediato puede ser la Bundesliga, que este fin de semana se pone de nuevo en marcha. Los alemanes, siempre tan listos, se han dado cuenta de que esta es una gran oportunidad para promocionar su fútbol. Mientras en otros países ya han dado la competición por concluida, la Bundesliga se convertirá durante un par de semanas en nuestro principal alimento. Además de ser un escaparate para el futuro —Sancho, Haaland, Werner, Kimmich—, podremos ver lo que da de sí un espectáculo sin aficionados en las gradas, sin cánticos. Los clubes alemanes llevan entrenando más tiempo que los españoles, pero sólo una semana en equipo. Así, la parte física nos dirá si se han precipitado, si hay más riesgo de lesiones, pero también habrá más espacio para el talento innato, la intuición, ese fútbol que no se entrena y es vistoso.