Mejor en un Bernabéu lleno
La información que mis compañeros de “L’Équipe” que siguen el día a día del PSG acaban de publicar no debe sorprender a nadie: Kylian Mbappé no saldrá del club de la capital francesa este verano. La crisis del coronavirus impide cualquier operación de este tipo. Pues viendo las circunstancias me parece mejor así. Primero porque, aunque el Madrid haya hecho muy bien las cosas en las últimas semanas y no haya pedido dinero público para pagar a sus empleados como algunos de sus rivales, no sería elegante anunciar un fichaje de 200 o más millones de Euros en este momento. Seguro que se le criticaría por ello y el impacto mediático que tal acontecimiento se merece se vería diluido en la negatividad.
Segundo, y sobre todo, el día que el delantero francés campeón del mundo vista por primera vez la camiseta más prestigiosa de la historia del fútbol y cumpla por fin su sueño debe de ser un día de fiesta popular. Es decir con un Santiago Bernabéu lleno a rebosar para escuchar sus primeras palabras en español: “1, 2 3… ¡Hala Madrid!”. Algo parecido a lo que ocurrió en julio del 2009 con Cristiano Ronaldo y que ha quedado como un maravilloso recuerdo en la memoria colectiva madridista. Un fichaje como el de Mbappé no puede ser presentado en un estadio vacío. Una estrella como Mbappé no puede debutar con el Madrid en un partido a puerta cerrada.