Un equipo
Ayer se cumplieron diez años del título de Europa League del Atleti de Quique Sánchez Flores. Ese equipo puso los cimientos para que El Cholo hiciera del Atleti uno de los conjuntos mas competitivos de Europa. Sin ganar la ansiada Champions, pero sí otros grandes títulos, los colchoneros han dejado un aroma de equipo con mayúsculas. Tan solo Barça, Juve, Bayern y el Real Madrid han ofrecido una regularidad competitiva similar, pero son casos muy diferentes. Estos equipos cuentan con una constelación de estrellas en comparación con las plantillas del Atleti, que, teniendo grandes jugadores, no alcanza el nivel de estos clubes. ¿Qué tiene entonces el conjunto colchonero? Un equipo. Y la mano de un entrenador que hace que los jugadores se impliquen como auténticos posesos.
Marcelo Lippi, entrenador de aquella mágica Juve de Zidane, decía que un grupo de jugadores número dos podría ser un colectivo número uno. Él sabía la receta: calidad, pero sobre todo, compromiso, lograr que cada jugador atienda a su parcela como un espartano. Cuando ves jugar al Atleti, lo más llamativo es ese compromiso feroz, el hambre competitiva con que afrontan cada partido. Su capacidad de sacrificio por algo más grande que el ego particular de cada uno a veces resulta conmovedora. Equipos con plantillas muy superiores en el papel han sido barridos del campo por los de Simeone. Cuando hay implicación absoluta, hay grandeza y logros, y cuando no, se pena por el campo. Y esto es aplicable a todo, también a nuestra vida actual.
Necesitamos seguir cuidándonos entre todos, aportar lo mejor que tengamos, olvidar nuestras tendencias egoístas. Solo así saldremos adelante. Hablo de solidaridad y compromiso, hablo de olvidarnos un poco de nuestros deseos y atender a lo necesario. No es solo un mensaje mío. Es de El Cholo y de muchos otros. Los grandes retos requieren compromiso, que seamos un equipo, da igual si hablamos de la vida o del fútbol, pero un equipo. No lo olviden, por favor. Y cuídense.