El Madrid, en la pole en época de crisis

La aparición de los jeques con el taco provocó un cambio en la política de fichajes de un Florentino Pérez acostumbrado a poder llevarse al más guapo del baile a base de talonario. Ahora, y por la desgraciada pandemia que asola al mundo, el fútbol se va a ver obligado a un reajuste económico brutal que va a poner en cabeza del pelotón a los clubes que más previsores y mejores movimientos de mercado hayan hecho en los últimos años. Y ahí el Madrid lleva varios cuerpos de ventaja. Al margen del debate sobre si los Vinicius, Odegaard, Rodrygo y compañía están ya preparados para ser primeros espadas de un club obligado a competir por todo, es evidente que han sido inversiones rentables tal y como se va a poner ahora la jauría de los fichajes y traspasos. El riesgo de una política tan atrevida es alto y algún patinazo pegas (véase Militao o Jovic) pero el beneficio obtenido es haber armado una plantilla joven con muchísima calidad apoyada por tres o cuatro veteranos que tienen que ser la referencia del resto en la caseta.

Con pequeños retoques, Camavinga por ejemplo, y a la espera de la pieza mayor que es Mbappé, el Madrid ha formado un plantillón espectacular para las próximas temporadas sin necesidad de hacer locuras en lo económico. Lo más difícil ahora será tener paciencia con un equipazo en el que los jóvenes tendrán que empezar a tomar de manera natural el relevo de las vacas sagradas.

Ahí vendrán curvas y ese será el momento de coger firme el volante para que no entren las dudas y se cuestione una política que tiene pinta de que va a darle muchas alegrías al club madridista durante los próximos años. Y el resto, a rebufo.