Francia se desmarca por sorpresa
El mismo día que en España el Gobierno anunció cómo se va a ir paliando el confinamiento, lo que incluye la esperanza de ver terminar LaLiga, Francia se descolgaba dando un cerrojazo a su Ligue 1. Hace dos días escribí de los afanes de las cinco grandes ligas europeas en una causa común, encaminada en segunda instancia, a rematar la Champions y la Europa League en agosto. Pero de golpe Francia se descuelga. La impresión que hay, aparte de la sorpresa, es cuando menos que se trata de algo precipitado. Ahora las otras cuatro ligas se sienten como la defensa cuando se adelanta para hacer el fuera de juego y uno se queda.
Según me cuenta mi francólogo de cabecera, Frédéric Hermel, ha podido ser decisiva la actitud del sindicato de jugadores, la UNFP. Más una realidad, común en todos los países: a muchos ya les va bien rematando el campeonato ahora. Aprendí de Juan Cueto, mi director de Canal + en aquellos felices noventa en los que se nos juntó Robinson, que la principal premisa es la que no se menciona. Y aquí la principal premisa es esa: para muchos es bueno que esto acabe como está. Son todos los que esperan que no haya descensos más los que están en plaza europea. Enfrente quedan los que aspiran a alcanzarla, o al título, que son menos.
Eso ha creado disensiones en Italia sobre el camino a seguir, y menos visibles en España, donde en las reuniones (telemáticas, por supuesto) entre capitanes o entre médicos se ha percibido que en la defensa de argumentos a favor de seguir o de parar cada cual hablaba de la feria según le podía ir en ella. Pero ahora, con los pasos del Gobierno, parece que estamos en la senda clara, con la idea de empezar el 15 de junio y terminar a final de julio. Luego esperan la Champions y la Europa League, donde los franceses aún en liza se enfrentarán después de larga inactividad a rivales que habrán alcanzado ya velocidad de crucero. Malo para ellos.