Ensayar una chilena
A medida que pasan los días de confinamiento, la falta de fútbol en directo se supera entre los aficionados de distinta forma. Hay quien se entrega a los videojuegos que imitan la competición liguera, y al parecer ese mundo paralelo y virtual les ofrece las dosis necesarias de emoción. Hay quien —como es mi caso— aplaca ocasionalmente el mono viendo en Youtube antiguas victorias de su equipo: una forma de nostalgia que se parece mucho a releer un buen libro, pues sin la intriga del resultado lo que atrapa al ojo es el estilo, la forma de jugar, el detalle. Luego existe también otro tercer subterfugio: el cine de fútbol.
Entre los eventos que la pandemia se ha llevado por delante, había dos festivales de cine documental: el Thinking Football, que organiza cada año la Fundación Athletic Club en Bilbao, y el Offside Fest, que se celebra en Barcelona. Ambos estaban previstos para el mes de marzo y la buena noticia es que no han sido cancelados, sino que se aplazan hasta junio. Entretanto, la oferta de películas de fútbol en plataformas como Filmin o Amazon Prime permite explorarlo desde muchos puntos de vista. Se puede optar por valores seguros, como 'Maradona', de Asif Kapadia, pero el carácter documental tiene aún más sentido y valor cuando el foco se pone en aspectos menos conocidos o incluso ninguneados, como el futbol femenino, la homosexualidad, la violencia de los hooligans o la épica de los equipos perdedores.
Gracias a la autenticidad que se consigue a menudo con el documental, uno entiende también lo difícil que es hacer buen cine de ficción sobre el fútbol. En realidad, sólo funciona cuando sirve como elemento para mostrar historias de superación, crueldad o injusticia, y los lances de juego quedan en un segundo plano. Pocas cosas tan irreales y falsas para el ojo del aficionado como un regate ensayado, un defensa torpe, una palomita de guardameta excesiva. Cada vez que veo la espléndida 'Evasión o victoria' me preguntó cuántas veces tuvo que intentar Pelé ese mítico gol de chilena.