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DESDE EL CALCIO

Las malas noticias rompen la rutina

Italia supera las muertes contabilizadas en China por el coronavirus. Entramos de nuevo en un estado de preocupación constante.

Militares en la plaza de la catedral del Duomo, en Milán,
Claudio Furlan/LaPresse via ZUMA

Después de 15 días encerrados en casa, vamos construyendo nuestra nueva rutina diaria. Suena el despertador, preparamos el desayuno, dejamos a los niños delante de sus pantallas preparados para la primera conexión con sus profesores, limpiamos y recogemos la casa, preparamos la comida, entrenamos.

Todo estaba empezando a fluir, cada miembro de la familia había encontrado su espacio y sus tareas. La vida encerrados entre cuatro paredes estaba empezando a transcurrir con normalidad y a tener sentido, nos sentíamos más optimistas. Cada día a las 21:00, mis vecinos sacan un altavoz a una de sus terrazas y ponen tres canciones que el resto del vecindario cantamos y aplaudimos. Cuando acaba el espectáculo, nos damos las buenas noches entre alguna que otra broma. Empezábamos a acostumbrarnos al confinamiento.

Y hablo en pasado porque nuestro estado de ánimo cambió hace un par de días. La realidad llamó a nuestra puerta y al abrir nos dio una bofetada que nos dejo KO. Italia había superado en número de fallecidos a China. ¿Cómo puede ser posible? ¿A dónde vamos a llegar? Fue entonces cuando las canciones de los vecinos empezaron a ser más tristes, nuestra casa más silenciosa y los memes que nos mandaban por whatsapp dejaron de tener gracia. Entramos de nuevo en un estado de preocupación constante, una angustia que nos lleva a ver las noticias constantemente con la esperanza de encontrar algún dato positivo. Y nos repetimos a cada momento ese famoso "todo irá bien".