Cuando el fútbol pasa a un segundo plano
Ayer por la mañana nos levantamos con la noticia de que un gran amigo nuestro está ingresado por coronavirus y, desde entonces, os aseguro que nuestra percepción de la situación ha cambiado. Hasta ese momento, aunque éramos conscientes de la gravedad del asunto, veíamos el virus como una cosa lejana, algo que no nos podía pasar a nosotros y que si nos pasara lo llevaríamos como una simple gripe.
Es humano quizás, ante estas situaciones, pensar que cada uno somos más fuertes que el vecino, que esto es algo que le pasa a los demás y no a uno mismo. Sobre todo cuando hablamos de deportistas, personas jóvenes y fuertes físicamente.
Nuestro amigo Luca, que es además el doctor de la Fiorentina, donde hay un par de jugadores contagiados, nos escribe desde el hospital y no para de recordarnos que nos quedemos en casa, algo que, aunque parece sencillo de entender, algunos se obstinan en no acatar.
Desde una de las ventanas de mi casa, veo un parque que, sobre todo en días soleados, se llena de gente que pasea y familias que salen a montar en bici. Nosotros, sin embargo, estamos cada vez más preocupados por esta pandemia y por nuestro amigo, una persona joven y sana que tendrá que pasarse unos días en el hospital.
Nos asaltan mil dudas acerca del virus y saber cuándo o si se retomará el campeonato de fútbol es algo que ha pasado a un segundo plano.
Rocío Rodríguez es periodista y está casada con el jugador del Inter Borja Valero.