Aplazar la Eurocopa sí; reorganizar el fútbol, también
Ha tenido que afectar un virus a la población mundial para que el calendario futbolístico diga basta. No hay hueco para improvistos como este. Se organizan competiciones y torneos por encima de las posibilidades reales. Futbolistas y hasta aficionados están saturados de tanta sobreexplotación. El fútbol es un negocio tan grande que reparte jugosos beneficios a quienes pueden darle un mordisco a la tarta.
La FIFA, la UEFA, la CONMEBOL y el resto de confederaciones, federaciones y campeonatos locales han exprimido la gallina de los huevos de oro al máximo. El escenario de fútbol todas las semanas en dósis miércoles-sábado es inviable. Los jugadores no son máquinas; los aficionados no estamos tan enfermos.
Ahora ocurre que retrasar los campeonatos domésticos se lleva por delante un torneo con 60 años de historia como la Eurocopa. Parece lo más razonable retrasar un año su disputa, aunque haya que mover también el Mundial de Clubes previsto para las mismas fechas de 2021. Un galimatías. Suerte que el Mundial de Qatar será en diciembre y queda un verano disponible con el que poder acoplar a FIFA y UEFA.
Quién diría que la polémica que se suscitó por llevar a invierno el Mundial de Qatar iba a ser la solución al conflicto que ha suscitado el coronavirus. Sirva este monumental embrollo para reordenar el fútbol, para aligerar el calendario, para hacer de este deporte algo que nos guste y no nos sature. Ha tenido que ser un virus el encargado de recordárnoslo...