El difícil intento de salvar los JJ OO

Los JJ OO tienen fijado su inicio para el 24 de julio. Tokio pretende mantenerlos, el COI no se da por vencido y así lo cuenta Juan Antonio Samaranch en frecuentes entrevistas aquí, y es lógico. Están en su obligación. Pero me parece improbable que lo consigan. Aunque la epidemia vaya remitiendo en la zona del mundo donde se inició, al tiempo se está empezando a extender en muchas otras partes. Nosotros, desde luego, todavía estamos en el viaje de ida y desgraciadamente existe la evidencia de que esto no se para así como así. Vamos tomando medidas, pero tarde. Nos pudo el optimismo, el deseo de seguir como estábamos y... Esta semana habrá contactos frecuentes (a distancia, obviamente) entre miembros significativos del COI y de los comités nacionales en busca de criterios. De momento no se ha fijado una fecha límite en la que decidir una eventual suspensión, pero voces prudentes comentan que eso no puede ir más allá de finales de abril. Mientras, los deportistas no están pudiendo tener la preparación que hubieran necesitado, por cierre de centros de entrenamiento o anulación de competiciones. Incluso se han atrasado preolímpicos, con lo que la clasificación no está cerrada. Y será casi imposible encontrar fecha para hacerlos.

Una excepción hay, el boxeo, cuyo preolímpico cayó en Inglaterra. Allí están varios chicos españoles, con el preparador Rafael ‘Balita’ Lozano al frente. Un preolímpico, por cierto, organizado por el propio COI, que ha arrebatado el boxeo olímpico a la AIBA por sus continuas corruptelas. Se está disputando porque Johnson ha decidido conducir por la izquierda también en esto del coronavirus, y ya veremos dónde acaba. Así que este preolímpico es la última llamita activa del deporte en Europa Occidental, una vez terminada abruptamente la París-Niza, que parecía un rabo de lagartija sacudiéndose separado de un cuerpo sin vida.