Estado de alarma. Por respeto a los que nos cuidan y se juegan la vida en los hospitales, porque nunca resultó más fácil salvar una vida, por cariño a nuestros mayores, por algo tan sencillo de entender como que la salud es lo primero, toca quedarse en casa y seguir lavándonos las manos. Es triste que nos lo tengan que imponer, sólo se necesitaba un ápice de sentido común. Mientras el bicho ande paseando, nos faltará el deporte, que nos colma de emociones, pero tendremos que acostumbrarnos a teletrabajar. De paso, aprovechemos para disfrutar de alguna buena conversación, de un buen libro, de una buena serie, de los Informes Robinson que nos perdimos o descubramos los MOOC, que son cursos gratuitos online ofrecidos por las mejores universidades del mundo. Tenemos tanto que aprender...