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LA PIZARRA TÁCTICA

Zidane jugó, Setién no reaccionó

Barcelona's Spanish coach Quique Setien (L) and Real Madrid's French coach Zinedine Zidane greet each other before the Spanish League football match between Real Madrid and Barcelona at the Santiago Bernabeu stadium in Madrid on March 1, 2020. (Photo by J
JAVIER SORIANOAFP

Movido por la convicción de ganar, el Madrid se agrandó en el Clásico y recuperó un liderato en un partido que le trató como mereció. Su segunda parte aunó las bases que le llevaron a creerse que podía con todo esta temporada y que se habían esfumado en los últimos encuentros. Cuando el duelo parecía más en el lado del Barcelona, con más sentido del juego y el control de la posesión, el Madrid sacó la cabeza de su campo y retomó el camino de la presión avanzada para erosionar todavía más la desgastada credibilidad en la salida de balón de su gran rival. El último tercio fue dominado por el empuje enérgico de los de Zidane, con todos los jugadores en terreno culé, imponiéndose Casemiro en las disputas (diez recuperaciones) y Valverde regalando siempre metros a su equipo. 

Los apoyos de Benzema, la combustión de Carvajal y Marcelo y la batuta de Kroos también giraron una secuencia en la que se volvió a reivindicar Vinicius. Discutido tantas veces por su fallida toma de decisiones, se ha afianzado en el once con total justicia por ser un futbolista de orden diferente. Para bien o para mal, es una amenaza constante. Y en un equipo con falta de ideas ofensivas es un bien que no se puede menospreciar.

La presión del Madrid abrasó al Barcelona. Zidane emparejó las marcas para defender hombre a hombre y el conjunto azulgrana no encontró la brújula para escapar de su red. El Barça se vio sobrepasado por la intensidad madridista, pero también por sus propias imprecisiones. Los errores en la construcción se multiplicaron y quedó descubierto por las pérdidas continuadas. De Jong no aportó nada ante su posición más adelantada respecto al otro interior (Arthur) y Messi no socorrió esta vez a su equipo (17 pérdidas), impotente tanto lejos como cerca del área. Se partió, equivocó las entregas y no supo resolver tanto dilema sin ningún tipo de reacción desde el banquillo al margen de buscar meter a Braithwaite para atacar la espalda de Marcelo. El Barça cede el liderato y crece su confusión. Setién no ha mejorado en nada a Valverde. Esa es la única realidad en un equipo absorbido en el Bernabéu por la operación de fe del Madrid. La autoestima y la confianza cambian de lado.

Carvajal y Marcelo

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Los laterales del Madrid acompañaron con fiereza y valentía la presión del Madrid, metidos en campo azulgrana en fase de salida del Barça. En la imagen, Carvajal se adelanta a De Jong en un envío de Ter Stegen.