El coronavirus se cuela en el pelotón

El coronavirus ha golpeado directamente al ciclismo. Desde dentro del propio pelotón. La aparición de dos casos confirmados en el seno del UAE Team Emirates, ambos italianos, ha encendido las alarmas y ha obligado a la cancelación del Tour de los Emiratos Árabes Unidos, una vuelta integrada en el World Tour, a falta de dos etapas. Allí participaban algunos de los mejores ciclistas mundiales: Froome, Valverde, Adam Yates, Pogacar, Zakarin, Majka… Y también Albert Torres, que este fin de semana debía volar a Berlín para participar en los Mundiales de pista junto a Sebastián Mora. De momento, todos serán sometidos a pruebas médicas para descartar el contagio del patógeno, antes de que puedan regresar a casa. El palo es gordo para el ciclismo, y muy especialmente para RCS Sport, el organizador de esta carrera, sobre el que ya pendía la amenaza de suspensión de algunas de sus competiciones más icónicas: la Milán-San Remo, la Tirreno-Adriático y la Strade Bianche, todas ellas previstas en marzo.

La cancelación del UAE Tour coincide en la fecha con un comunicado difundido por la Unión Ciclista Internacional (UCI) en el que expresa su preocupación por la cercanía de esas tres carreras, paralelamente a la expansión del coronavirus por Italia. Las decisiones drásticas, si finalmente se tomaran, dependerán de las autoridades sanitarias locales, cuyo trabajo frenético se acumula en los últimos días. El problema es que el primer golpe no lo han recibido estas carreras, sino otro evento internacional con conexión directa con el país transalpino. Y se ha creado un precedente de actuación. RCS tiene un grave problema, que se amplía a un horizonte de dos meses, donde asoma su joya de la corona, la primera grande de la temporada: el Giro de Italia.