Okazaki, Butragueño y Antoñín
John Lennon dejó una de sus memorables frases para la historia: “La vida es lo que sucede mientras haces otros planes”. Y la de Antoñín ha cambiado en menos de seis meses. Sus ideas el pasado verano pasaban por seguir creciendo en el filial malaguista de Tercera, Atlético Malagueño y ser muy feliz si el entonces entrenador, Víctor Sánchez del Amo le dejaba entrenarse de vez en cuando con el primer equipo. Pero, ¡qué curiosa es la vida! Los desparrames de Abdullah Al Thani, el horroroso y felizmente cesado presidente/tuitero le abrieron las puertas del primer equipo justo el día que el japonés Okazaki no pudo ser inscrito porque el club había excedido su tope salarial. Para que lo entiendan. Si Okazaki se hubiera quedado en el Málaga, Antoñín seguiría jugando en Tercera.
Dicen que el hambre aguza el ingenio. Y Víctor encontró el valor necesario para encomendarse a la cantera. Antoñín supo aprovechar esta oportunidad. Velocidad en los metros finales, cambio de ritmo, inspiración y mucha improvisación. Tiene muchas cosas de Emilio Butragueño, que gran jugador del Real Madrid de los años 80 y 90 del siglo pasado. En el reciente mercado de invierno pudo irse al Getafe que daba 1,5 millones de euros y le dejaba cedido hasta final de temporada. Al Thani lo torpedeó para no variar. Ahora se marcha al Granada por esa misma cantidad.