Reinier y el 'overbooking' de talento

La usina (fábrica en portugués) sigue dando frutos maravillosos. Reinier, con 18 años recién cumplidos, es un gran proyecto de Kaká y destila el talento, la emoción y el hambre que se espera de cualquier joven futbolista que llega al Real Madrid. Se cuentan por miles los niños que se dejan buena parte de su infancia en el intento y que no alcanzan la élite. Por eso hay que poner en valor las lágrimas del joven brasileño en sala de Prensa, viviendo el momento y recordando las dificultades de su infancia por el obligado desapego con su familia.

Para el club blanco, económicamente es una inversión segura, porque la experiencia del gran club, al nivel que sea, asegura un retorno económico y el equipo que consiga su cesión disfrutará de una de las grandes perlas del fútbol mundial. Reinier necesita jugar cerca del área, tiene una gran presencia, buen disparo y una llegada al espacio magnífica. Trabajar a las órdenes de Jorge Jesús en el Flamengo seguro que le ha mejorado en la lectura de los partidos y de los momentos del juego, virtudes impropias para un futbolista de su edad.

Cuestión bien distinta es el rendimiento deportivo que pueda tener en el primer equipo del Real Madrid y no por la calidad del futbolista, sino por el tremendo overbooking de talento que el club blanco ha contratado en los últimos años entre mediapuntas y jugadores de banda. A bote pronto, Isco, Asensio, Vinicius, Rodrygo, Lucas Vázquez, Odegaard, Ceballos, Brahim, James, Kubo, Hazard… La realidad es que Zidane es un maestro en hacerse sentir importantes a todos sus jugadores, pero a la hora de la verdad, excepción hecha del 'Pajarito' Valverde, confía en los jugadores más hechos. El sueño de Reinier es tan inmenso como su competencia. Ojalá encuentre en el Bernabéu su tierra fértil para florecer.