Guardiola puede aprender a perder en el City

Guardiola tiene ante sí una oportunidad histórica. En el reverso de la sanción (desproporcionada o justa, lo resolverá el TAS) que la UEFA le impuso al Manchester City el pasado viernes, está la posibilidad de que el catalán pueda demostrar que es un entrenador con el que se puede contar en el triunfo… pero también en la derrota. Los detractores de uno de los revolucionarios del fútbol de la última década siempre le han tildado de mal perdedor. En ocasiones, por supuesto, con razón. Pep ha sido el hombre más feliz del mundo en Inglaterra, Alemania y España… hasta que perdió, o al menos hasta que sus equipos dejaron de arrasar a sus rivales. Parece que, si no gana todos los encuentros por 4-0, se lleva el balón a casa, hace las maletas y vuelve a empezar en otra parte.

El problema es que, si se confirma la sanción, el City va a necesitarle más que nunca. Le entregaron las llaves de la entidad en su momento de máximo esplendor y la sociedad ha beneficiado a ambos, pero ahora, si las cosas se complican a todos los niveles, se verá si el compromiso de Pep era con la entidad o sólo con el triunfo. De momento ha dicho que se queda, aunque sea jugando en Segunda B. Y si dice la verdad, será una buena noticia para el fútbol. Guardiola, encumbrado siempre en la victoria, empezará a demostrar que también es grande en la derrota.