El VAR y los buscadores de oro
Si creen que la vida es corta, miren las interminables segundas partes de los partidos del Espanyol. Ante Villarreal, Mallorca o en esta atropellada hora del vermú sevillana, oxímoron. Esta vez, los sudores fríos, las pulsaciones lejos de cualquier recomendación médica (que se habían iniciado ya en la previa con la ausencia de RdT) se dispararon a consecuencia de una timorata segunda amarilla de Víctor Sánchez, que la vio por una falta que no quiso hacer. Una paradójica acción que ponía la guinda a un mediodía en que todos constatamos que lo sabemos todo y no sabemos nada del VAR, con la corrección de Cordero Vega en la falta del 1-1.
Contuvo el Sevilla-Espanyol todas las señas de identidad que, seis jornadas después, había desplegado el equipo de Abelardo, aun sin el 4-4-2. Goles a favor a balón parado, como el controvertido empate de Embarba, en una acción de laboratorio porque sabían que la barrera saltaría, y en rapidísimas transiciones, como el momentáneo 1-2 de Wu Lei, que es el otro RdT del técnico asturiano, pues ha marcado en los dos partidos sin el madrileño. Pero también errores individuales, como la marca perdida por Javi López en el primer tanto sevillista o la pérdida de Víctor Gómez en el segundo. Y una defensa numantina para otro punto que, en la actual situación, vale oro. Como el tiempo.