La quinta fue la vencida
Valencia dio el primer campanazo de la Copa. Los taronjas se cargaron al campeón. Mandaron de vuelta a casa a un Barcelona que este verano puso muchos millones en su roster. Y lo hizo en el torneo más bonito. Había caído este año en Supercopa, Euroliga (dos veces) y Liga Endesa, ante los azulgranas. Y a la quinta fue la vencida. Y lo hizo desde la defensa. La imagen de Mirotic mirando al cielo, como dando las gracias por meter un triple, a pesar de que llevaba más de 20 puntos, lo dice todo. Fue una defensa asfixiante durante los 40 minutos. Y aún así, ante este superequipo, la victoria no se cerró hasta dos décimas del final. Con un rebote de Abalde (9), otro más que vale un triunfo.
Como más gusta en La Fonteta, fue un triunfo coral. Destacaron el poso de San Emeterio, el coraje de Tobey, el manejo de Colom y la calidad de Dubljevic. Pero Valencia Basket saltó la banca con agonía. Pese a que a 51 segundos del final ganaban por siete. 'Cultura del Esfuerzo' es su lema. Del sufrimiento diría yo. Se le han escapado muchos partidos en los últimos segundos este año. Pero en esta Copa no iba a ser así. Hace mucho que el Valencia no se toma una Copa. El capitán de la nave, Dubljevic, sueña con ello. ¿Y si esta vez, cuando todo parecía en contra, es la definitiva?